Fotos antiguas: Antonio Guerrero Coy.
Desde el Paleolítico inferior hasta nuestros días, el ser humano ha vivido y trabajado en estos territorios. De su antigüedad prehistórica dan fe de los numerosos vestigios hallados en lugares como el Tolmo de Minateda, la Fuente de Isso o el Arroyo de Agra.
A unos 8 km al sur de Hellín se localiza el Abrigo Grande Minateda, uno de los abrigos más importantes del arte levantino con pinturas rupestres que han sido declaradas recientemente Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO . Fue descubierto en 1914 por Juan Jiménez Llamas, un almeriense que trabajaba al servicio de Federico Motos y Henri Breuil. El segundo es uno de los investigadores más importantes sobre arte rupestre de Europa en la primera mitad del siglo XX. El Abrigo Grande de Minateda es, sin duda, uno de los yacimientos más importantes de esta representación artística, donde se puede contemplar un friso con más de seiscientas figuras que representan escenas de caza, familiares, etc.
Cerca de este lugar, el Tolmo de Minateda representa el asentamiento humano más importante de nuestro pasado. Iberos, romanos y visigodos dominaron sucesivamente este cerro amesetado, junto al Arroyo de Tobarra, situado en lo que fue un importante cruce de caminos. Murallas de distinta época que defendían la entrada a la ciudadela, viviendas, aljibes, almazaras y la impresionante basílica visigoda nos hablan de una vida social, económica y militar de extraordinario relieve. Es quizá el más importante enclave arqueológico del sureste español y uno de los cinco parques arqueológicos de Castilla la Mancha.
Ya en época romana, se cree que el Tolmo fue denominado Ilunum en torno a los 200 años a.C., y desde éste se dirigió la operación romanizadora. La ciudad de Hellín se convertiría en una de las más importantes villas romanas que permaneció activa entre los siglos II y IV d.C., localizada al norte del actual casco urbano de la ciudad. Los mosaicos encontrados se pueden contemplar en el museo de Albacete, aunque el original se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid.
Por otro lado, la historia visigoda en la región tiene un importante documento en La Camareta, eremitorio situado junto al pantano de Camarillas y declarado Bien de Interés Cultural. La época en que podemos situarla cronológicamente son los siglos IV al VII. Hellín en estos momentos se conocía como Ello, y debió de adquirir una importancia relevante por la creación del obispado de Ello.
Tras la conquista del Islam, los árabes denominaron a la ciudad como Iyyu(h). Se comenzó la construcción del castillo almohade en torno a los siglos XI-XII y desde éste se dirigió la política y la administración del antiguo condado de Teodomiro. Alrededor de sus murallas nacería la actual ciudad de Hellín.